Este 22 de septiembre celebramos el Día Mundial Sin Auto (DMSA) alentando como cada año la discusión y, sobre todo, la reflexión sobre el uso y abuso que hemos hecho como sociedad del automóvil.
Durante muchos años, trece para ser exactos que fue cuando nació Cicloturixes en torno precisamente al DMSA en 2010, la sociedad civil organizada hemos realizado diversas actividades para visibilizar esta fecha, además de nuestras permanentes rodadas, algunas de las actividades más visibles han sido el “Reto sin auto” que consistió en que cada uno de los participantes propusiera a cinco personas de su entorno para que el 22 de septiembre realizaran sus traslados cotidianos en un modo distinto al automóvil, algunas veces propusimos a funcionarios públicos para que lo hicieran y algunos de ellos aceptaron logrando mayor visibilidad de la actividad. Asimismo, se han organizado para la misma fecha “Desafíos intermodales”, que consisten en reunir voluntarios para que el mismo día y a la misma hora salieran cada uno en un modo distinto de transporte partiendo de un mismo punto A a un mismo punto B, un automovilista, un motociclista, un ciclista, un usuario de transporte público, un usuario de taxi ordinario y de plataforma digital y hasta un peatón con el objetivo de comparar tiempos de traslado, costo del trayecto y experiencias en el viaje. El propósito de estas y otras estrategias para visibilizar esta fecha ha sido el mismo, generar consciencia sobre la imperiosa necesidad de diversificar las maneras en las que nos movemos por la ciudad y que las autoridades de los tres órdenes de gobierno no sigan gastando todos los recursos públicos en infraestructura sólo para la movilidad en automóvil, pues sobran ejemplos de cientos de ciudades en el mundo de cómo el exceso de vehículos motorizados han asfixiado la movilidad de las ciudades degradando por entero su calidad de vida.
Para algunas personas no queda aún muy claro el objetivo de esta celebración, se nos ha tachado, sobre todo en los primeros años, de estar en contra del progreso porque eso es lo que representa el automóvil, pero eso es completamente falso, el automóvil ha sido un gran invento que sin duda revolucionó la vida de los seres humanos en el planeta, pero hemos llegado al límite, lo que todo el tiempo hemos propuesto es su uso racional el cual no es viable si no hay un buen sistema de transporte colectivo, una red de infraestructura para la movilidad no motorizada como lo son las ciclovías o senderos para que las personas puedan caminar de manera segura. Sabemos que miles de personas desearían no tener que usar el automóvil si su trayecto lo pudieran hacer en transporte público de manera cómoda, segura y relativamente veloz. Uno de los hallazgos de los desafíos modales que realizamos, es que en Mérida una persona puede demorar hasta tres o cuatro veces más tiempo de un mismo lugar a otro viajando en transporte público que haciéndolo en auto particular o en bicicleta.
El Día Mundial Sin Auto no pretende bajar a todos de sus coches y subirlos a la bici o al trasporte público, su objetivo es la reflexión sobre el daño que nos hacemos como individuos, como comunidad y, finalmente, el daño que le hacemos al planeta al seguir quemando gasolina indiscriminadamente, un privilegio del que cabe decirlo no goza más del 20 por ciento de la población global, lo que con mayor razón obliga a las sociedades democráticas a regular su uso en beneficio de todos. Así sea.
Artículo publicado en el Diario Peninsular Punto Medio el lunes 25 de septiembre de 2023. El día mundial sin auto.