Tener razón o mantenerse vivo.

Por cicloturixes -

Artículo de opinión.

Es común que compañeros que quieren comenzar a usar la bici como medio de transporte  me pidan algún consejo para pedalear con seguridad por las calles de Mérida, invariablemente los consejos que doy tienen que ver con el buen estado mecánico de la bicicleta, la importancia de hacerse visible de día y de noche, manejar a la defensiva, no ir en sentido contrario, entre otros, pero hay un consejo que doy y que considero el más importante: hacer siempre contacto visual con los automovilistas y demás conductores de vehículos motorizados, esto es, estar siempre seguros de que en una intersección el conductor del vehículo con el que coincidimos en ese momento ya nos vio, esta operación debemos realizarla tengamos preferencia de paso o no, y es aquí cuando viene el reclamo de algunos “oye pero si tenemos preferencia de paso por qué deberíamos frenar en una intersección” bueno, contesto, si ves que un vehículo viene muy rápido, como ocurre todo el tiempo en las calles de nuestra ciudad y no puedes hacer contacto visual con el conductor antes de que los dos lleguen a la intersección, significa que no estás seguro que te ha visto y por ningún motivo debes arriesgarte a que venga distraído y no vea ni el alto de disco ni a ti, sí claro, responde mi interlocutor, pero si no se detiene él tendría la culpa, en efecto, él tendría la culpa y tú los huesos rotos o simplemente quedarías muerto sobre el pavimento, con la razón de tu lado pero muerto.

Puede parecer muy dramático, pero es real, manejar a la defensiva significa precisamente asumir que en cualquier momento un vehículo motorizado puede colisionar contigo y el objetivo número uno del ciclista urbano debe ser nuca ser golpeado por un vehículo automotor. La lógica del automovilista es, si me pega me paga, pero un ciclista que no lleva media tonelada de armadura que lo proteja no puede pensar así. El ciclista debe pensar: si me pega me manda al otro mundo y nunca le va pagar ni a mis familiares.

Algo muy similar ocurre en las discusiones muy frecuentes con automovilistas o camioneros, ya he escrito antes en este espacio la inutilidad de pelearse en la calle con los automovilistas pues no sólo nunca te van a  dar la razón y en cambio sí puedes encontrarte cada vez con más facilidad con algún loquito o loquita que quiera utilizar su vehículo como arma mortal, una vez más no es drama, es real, de manera que no debemos discutir en la calle con nadie, sigue tu camino hermana o hermano y yo sigo vivo y con mis huesos en su lugar.

Los ciclistas como los peatones somos los más vulnerables de las calles y por eso son muy válidos los reclamos que exigen más seguridad en la vía pública pero mientras llega esa seguridad con mejor infraestructura y mecanismos más eficaces para hacer cumplir el reglamento de tránsito debemos seguir cuidándonos de todas las formas posibles. Los ciclistas no somos kamikazes, queremos regresar a casa, tenemos familia, un ciclista temerario no nos representa a todos los ciclistas como un automovilista que se vuela el semáforo en rojo no representa a todos los automovilistas. Amigo lector, si ves a un ciclista o un triciclero en la calle cuídalo, es un ser humano y es un auto menos, no contamina ni gasta gasolina, no hace ruido ni provoca embotellamientos. Así sea.

Este artículo fue publicado originalmente el lunes 11 de septiembre de 2023 en el periódico Peninsular Punto Medio.

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