Cuenta Eduardo Urzaiz Rodríguez, famoso intelectual cubano avecindado en Mérida en su conocido libro Anécdotas Yucatecas (Reconstrucción de Hechos) -ilustrado por él mismo y firmado con el seudónimo de Claudio Meex- que antes de que la bicicleta se popularizara entre la clase trabajadora los primeros posesionarios de este novedoso vehículo fueron las personas más adineradas de la ciudad, particularmente los hijos de estos.
“Antes de que la bicicleta fuera el automóvil del trabajador, fue juguete de niños ricos, Chumín Evia fue el primero que en Mérida tuvo una….” Claudio Meex, Anécdotas Yucatecas (Reconstrucción de Hechos), pág. 75.
En el mismo texto menciona las dificultades que tuvieron las mujeres al usar la bicicleta.
“En las postrimerías del siglo pasado, algunas muchachas modernistas tuvieron el máximo atrevimiento de pasear en bicicleta, ataviadas conforme al último grito de la moda de entonces, lo que fue motivo de verdadero escándalo para algunos y originó chistes y canciones alusivas” Ibid., pág. 92.
Finalmente, sobre el mismo tema de la movilidad en las calles de Mérida a finales del siglo XIX Urzaiz comenta la sensación que provocó entre una parte de la población el primer vehículo motorizado en la ciudad.
“Manejado por don Nicolás Escalante Peón, circuló en Mérida el primer automóvil en 1898. Cuando se aventuraba por los suburbios de la ciudad, los caballos de los coches de sitio se encabritaban, los muchachos corrían a verlo y los perros le ladraban”, Ibid., pág. 124
Esta información es sólo una muestra de lo que se puede encontrar en la exposición temporal “T’IINCHAK’ BALAK’ OOK – EMPUJAR CON EL PIE PARA QUE GIRE” sobre los Usos de la Bicicleta en Yucatán en el Gran Museo del Mundo Maya que estará abierta hasta finales de octubre de 2022.