Las cartas de navidad en las que los niños pedíamos a Santa Claus o a los Reyes Magos nos trajera balones de futbol, carritos, la muñeca que llora, el Atari, el Walkman, la avalancha, la bici o el juego de química sólo quedan en nuestra memoria, los niños de hoy ya no quieren el play mobil, la casa de muñecas, el nenuco o los patines, desean una tarjeta de Google Play, la tableta electrónica o un celular con juegos y que los mantenga conectados a las redes sociales.
Hace ya algunas generaciones, los niños hacíamos cartas con una lista de cuatro o cinco cosas la mayor parte juguetes, poníamos ropa y calzado que sabíamos que de todas maneras nos iban a traer, pero lo dejábamos en último lugar, es difícil olvidar esa ilusión con la que esperábamos nuestros regalos que no siempre coincidía con lo que pedíamos, pero aun así nos hacía felices.
Luego de varias décadas de evolución tecnológica la ilusión parece seguir siendo la misma pero los gustos y preferencias de los niños han cambiado completamente e incluso la tradición de hacer carta a Santa y soltarla con un globo ha ido desapareciendo, ahora las peticiones son por inbox.
Sin afán de quedarme en el pasado y a pesar de que sé muy bien que las tabletas y los celulares han desbancado a la bici como principal regalo para una niña o niño, quiero recordar que la recompensa física de regalar una bici es la misma ayer y hoy y me permito ofrecer aquí algunos argumentos de por qué Santa Claus debería cargar en su trineo más bicicletas y menos celulares.
Si aún recuerda el estimado lector o lectora la primera vez que montó una bici, seguro la asocia con una sensación de triunfo y libertad, qué otra cosa podríamos desear que los niños de hoy disfruten del mismo modo de esa maravillosa experiencia. Un niño con una bici es un niño feliz y eso no parece haber cambiado con el paso de los años.
Hoy la bici está plenamente asociada con la lucha por revertir el cambio climático. Una niña o niño que pedalea sabrá desde temprana edad que está del lado correcto de la movilidad, pedaleando para cuidar su ciudad y proteger al planeta.
Para evitar que los más pequeños sigan creciendo con un apego por los dispositivos electrónicos como ya ocurre, los expertos señalan que los padres deben marcar un límite de horas semanales para consumir este tipo de entretenimiento y una de las mejores formas de conseguir esa dosificación es sin duda relacionar el tiempo libre con actividades al aire libre y el deporte.
Con la bici se consiguen ambas cosas de una forma dinámica y atractiva e incluso se pueden favorecer sus relaciones sociales con otros niños a los que también les guste andar en bicicleta.
Por otro lado, moverse en bici permitirá al infante adquirir un hábito muy sano de una forma sencilla y atractiva, no implica una gran técnica por lo que es accesible para los principiantes, por si fuera poco montar en bici implica desplazarse al aire libre y estar en contacto con la naturaleza, dos puntos a favor que añadir a la lista. Como cualquier deporte, andar en bici genera satisfacción y bienestar, por lo que es altamente predecible que una vez que lo prueben quieran repetir.
Por último, pero no por ello menos importante andar en bicicleta permitirá a la niña o niño reforzar su musculatura y resistencia al esfuerzo físico. Nada mejor que empezar a realizar deporte cuando el cuerpo se encuentra en periodo de crecimiento, la bicicleta pone en movimiento un gran número de músculos del cuerpo que nos ayudarán a evitar el sedentarismo y estar en buena forma conforme vayamos creciendo. Nunca olvidaré el día que los Reyes Magos me trajeron la bici vagabuno que les pedí. Cambiaron mi vida para siempre.
Nuestra colaboración semanal en el diario local y plataforma digital el lunes 11 de diciembre de 2023 Peninsular Punto Medio