Lo hemos comentado en los últimos foros realizados en la ciudad de Mérida, El Foro Nacional de la Bicicleta y el Smart Citi Expo Latam Congress, los ciudadanos debemos dar la batalla cultural a favor de la bicicleta. Claramente no sólo a través de foros sino a través de acciones cotidianas individuales y colectivas donde dejemos evidencia de las bondades del uso de la bicicleta como medio de transporte.
Es imperativo proteger, reconocer y garantizar los derechos de los ciclistas y para ello no basta cambiar las leyes, lo cual por sí mismo ya es complicado, y todavía más, hacer cumplir dichas leyes, lo que necesitamos es dar la batalla cultural a favor de la bicicleta, establecer un movimiento bicicultural que haga frente al cocherelato que durante casi cien años se ha venido imponiendo por las grandes empresas fabricantes de automóviles. Debemos hacer que cada vez más personas vean la bici como el medio de transporte moderno y eficiente, que no contamina ni gasta gasolina, que permite una vida más sana y nos coloca en una situación de personas transitando entre personas.
Es preciso hacerles saber a todos que transportarse en bicicleta no es una moda ni un tema que vaya a pasar, se trata de un movimiento que poco a poco se está estructurando a través de miles de acciones que realiza la ciudadanía en ocasiones con el apoyo de las autoridades políticas, dejando de manifiesto el despertar de millones de personas que no quieren seguir sometidas a la violencia vial y que reaccionan buscando mejores maneras de moverse en la ciudad.
Todos los días, nos enfrentamos a ciudades cada vez más hostiles, en donde si no vas en automóvil te mueves como un ciudadano de segunda clase, tenemos enfrente una lucha desproporcionada con vehículos conducidos a alta velocidad que vulneran nuestra libertad, de manera que impulsar la cultura de moverse en bici puede ser vista perfectamente como un movimiento de liberación.
La pregunta es: ¿Es posible convencer a las mayorías de que la bici es un transporte eficiente?
No dudo que para muchas personas se trate de una utopía, sin embargo, vemos que en ciudades europeas ha sido posible y realizable, en buena parte de dichas ciudades la bici y la caminata son los modos mayoritarios de transporte. Son acciones que hacen felices a las personas que habitan esos lugares, es importante difundir tales ejemplos y sobre todo reconocer que es un tema de políticas públicas, de planeación de la ciudad temas que la ciudadanía no puede hacer sola y requiere el concurso de los gobiernos.
Es tarea de la sociedad civil impulsar y hacer ver a las autoridades y a los medios de comunicación que la cultura de la bici es posible, que se trata de una gran alternativa para resolver no sólo la crisis del transporte, sino que es una vía para resolver problemas que parecieran no tener relación; por ejemplo, el tema de salud, relacionando activación física con transporte y hacer que las personas cumplan la cuota de ejercicio diario para mantenerse sanas por poner sólo un ejemplo.
Se trata de un debate de ideas y conceptos, debemos lograr que la bici ya no parezca más el vehículo de los marginados, de los pobres, hay que darle el espacio que la bici merece en la ciudad para permitirle que ella haga los cambios por nosotros: pedaleando limpiamos el aire, hacemos ciudades más humanas, nos acercamos y comunicamos unos con otros, nos transformamos de seres inaccesibles a seres al alcance de los demás. Demos todos la batalla cultural por la bicicleta.
Columna publicada el 22 de julio en el diario local y plataforma digital Penínsular Punto Medio bajo el título La batalla cultural por la bicicleta