Esta semana se presentaron en redes sociales los resultados arrojados por el segundo conteo ciclista de Mérida organizado por la sociedad civil. Se trata de un trabajo realizado en agosto de 2023 dirigido por Reflexión y Acción Feminista, el Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida y Estrategia Misión Cero, apoyado en campo por ciudadanos voluntarios, así como por Cicloturixes y financiado por Global Youth for Road Safety, Cemex, El Apapacho, Dunosusa, Purificadora Osmi Agua, Boldr y Cafetería Sempere.
Un conteo ciclista es un ejercicio demoscópico que permite caracterizar a las personas que utilizan la bicicleta a través de distintos indicadores para conocer patrones de viaje, tipos de bicicleta, infraestructura existente, así como el perfil de las personas usuarias de los vehículos ciclistas. Como ya hemos comentado en este mismo espacio conocer a los ciclistas resulta elemental para la planeación y elaboración de políticas públicas a favor de la movilidad no motorizada.
En el documento se presentan los principales hallazgos del conteo, uno de los más relevantes es que del total de ciclistas se observó que un 11% eran mujeres, lo que representa un aumento en comparación con el 5% contabilizado en el primer conteo ciclista realizado en el 2014 por Cicloturixes. Desde que se comenzaron a realizar conteos ciclistas en todo el país, la disparidad por género ha sido muy elevada, sin embargo, con el paso de los años en algunas ciudades las mujeres en bici han ganado terreno, aunque muy lentamente.
Otro hallazgo presentado en el documento es que la población adulta de 30 años en adelante son quienes más usan la bicicleta, 60% del total. La población de 14 a 29 años representó apenas el 25% comparado con el conteo de 2014, donde los mayores de 30 representaron el 53% y la juventud el 31%. Si bien la diferencia es de apenas 6 ó 7 puntos porcentuales y merecería mayor investigación, enciende un foco rojo sobre la posibilidad de que cada vez los jóvenes se estén animando menos a circular en bicicleta por la ciudad -o sus padres no se los permiten- cuando cualquiera pensaría que son precisamente los jóvenes quienes más usan la bici.
En cuanto a la niñez el documento destaca que en 2014 no fueron contabilizadas personas menores de 10 años y en el ejercicio actual se contabilizaron 14 personas pertenecientes a esa población, todos varones y haciendo traslados sin compañía adulta. Debido a que un número importante de mujeres y algunos niños fueron contabilizados en la ciclovía de Paseo Montejo, que no existía en 2014, podría deducirse que las mejoras a la infraestructura han motivado el aumento tanto de mujeres como de niñas y niños pedaleando en las calles (una de cada dos mujeres en bicicleta contabilizadas hizo su trayecto sobre Paseo Montejo), haría falta un estudio específico sobre ciclovías en Mérida para confirmar a cabalidad dicha relación.
En el documento se presentan también los resultados de una encuesta breve que se hizo a los ciclistas, algunos de los resultados más relevantes tienen que ver con las emociones sentidas al pedalear. El 84% respondió que tiene emociones placenteras (felicidad y emoción) al viajar en bicicleta, mientras que el 15% experimentaron emociones displacenteras (preocupación y estrés) destacando que estas últimas fueron manifestadas en su mayoría por las mujeres debido a la confrontación vial con vehículos motorizados y el acoso callejero que las acompaña en sus traslados.
El documento trata también el tema de los tipos de bicicleta, accesorios, evaluación de la infraestructura, entre otros hallazgos, pero de ello escribiremos en una segunda entrega. Así sea.
Artículo publicado en el Diario Peninsular Punto Medio el lunes 19 de febrero de 2024 bajo el título Conteo ciclista de Mérida
Ver: Conteo Ciclista de Mérida II
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